Miami

Una ciudad sin memoria ni conciencia…

A poco más de un mes del día de nuestra independencia; me he puesto a pensar con la frialdad que los años y la experiencia me deparan, que muchos de mis pares inmigrantes poseen en desmedida proporción lo que no merecen.

Y es que esta ciudad, pródiga en bondad y en muchos casos en ceguera, otorga de manera indis-criminada, beneficios injustificados a tantos, junto con poderes desmedidos a quienes no pueden ejercerlos.

Los hispanos; que si de algo podemos vanagloriarnos es de mal administrar y gobernar, hace años hemos tomado literalmente por asalto una ciudad que creció casi de manera sorprendente pero que en la misma medida, aparece colapsada por donde se la mire. Con sistemas que existen, pero que no funcionan, con Leyes que pocas veces o jamás se cumplen o con dádivas o atenciones de políticos preñadas de amiguismo casi siempre desparramando el dinero que no les pertenece.

Dentro de este panorama que por otras latitudes suele ser normal, para nosotros los norteamericanos, es aterrador, convirtiendo a esta urbe que muchos ven como un paraíso, en algo realmente muy distante del edén imaginado. En otras palabras; el desconocimiento de cómo, quiénes y de qué manera se forjó esta nación, es casi absoluto por no decir total.

Acá nadie conoce la Constitución, lo que significa el 4 de Julio, el Memorial Day o el Día de los Veteranos. Es más; la mayoría cree que cualquiera de estas fechas es para ir a la playa o fueron caprichosamente marcadas en el calendario para una opípara comida en familia o tragos con amigos.

Señores; honrar honra y agradecer enaltece. El que quiera vivir en este país, que conserve su cultura, pero en la misma medida – y una vez por todas – pongan la cabeza en la geografía donde algún día pusieron los pies sin objeciones, pero con respeto por su historia y tradición...