Oh, Los Influencers...

Las redes sociales se han convertido en un mal necesario para muchos, aunque pobladas por tantos sin ideas. No obstante; han logrado penetrar la industria automotriz en detrimento de los que realmente saben…

A veces me pregunto, qué nos pasa como sociedad…? Hasta las grandes multinacionales han sido devoradas por los ya famosos “influencers”, simples oportunistas advenedizos que cada mañana se miran en el espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte.

            Dónde han quedado relegados los periodistas que queman madrugadas estudiando la noticia sabiendo que en todo caso deben producir el toque místico entre el sentimiento y el raciocino, algo nada fácil pensando en la distancia a veces insalvable que existe entre el cerebro y el corazón.

            Sé que están quienes honran la glorificación cloacal del periodismo, convirtiéndose en delirantes con licencia para el disparate. También sé que muchos siguen enganchados en ideas facilistas, propias de plumas muy livianas y que hacen de lo mediocre una manera de ser. Pero no somos todos; la mayoría seguimos creyendo en que el banco de la ética no está en quiebra y continuamos enfrascados en aquello de que el informar es una sana manera de enseñar.

            Pero oh los “influencers”; muchos de ellos adolescentes que escriben y hablan como viven. Con la misma facilidad que propone la abundancia del amiguismo y con la propia impericia que propone la ignorancia. Aunque lo peor de esa ignorancia es que va en aumento y en la misma medida, toma confianza para convertirse en algo cotidiano y así, hace tiempo que la opinión pública es la peor de las opiniones, sobre todo cuando esta es manipulada por imberbes.

            Que tienen muchos seguidores, no tengo dudas; pero tantos no siempre tienen la razón, es una simple superioridad numérica, teniendo en cuenta que a veces esa mayoría obedece a que hay una enorme cantidad de tontos encolumnados del mismo lado.

            Lo grave, es que las empresas automotrices se han plegado a esta idea incluyendo a quienes hoy toman decisiones de alto nivel, a los que llevados por la cantidad y no por calidad, deterioran la relación de las automotrices con la gran masa de pensantes. O acaso: Cuántos usuarios le prestan atención a estos cráneos de las redes sociales cuando de comprar un auto se trata, qué importancia tienen estos que opinan alegremente sobre un producto altamente tecnológico después de aludir que su gato está sobre la nevera…?