Viajar en Avión, Placer o Castigo...
- Juan Carlos Maimone
- Jul 8, 2024
- 3 min read

En esto de estar viajando casi constantemente, uno va descubriendo pequeños grandes detalles, que en suma, demuestran claramente que por estos días el trasladarse de una geografía hacia otra vía aérea, ya no es un privilegio de algunos, si no un castigo de muchos…
Un gran número de legisladores y una enorme legión de viajeros consideran sin muchos
fundamentos, que el mundo de la aviación comercial ha sufrido un cambio a partir de septiembre 11 del 2001; aunque en honor a la verdad, no es tan así.
Es cierto que ha habido una transformación en los sistemas protección al vuelo, lo que ha propuesto para ciertos segmentos algunas incomodidades, pero que en suma y en la mayoría de los casos, la metodología es llevada a cabo por expertos y profesionales en forma expeditiva y que en definitiva, no hiere la sensibilidad o los tiempos de los pasajeros, más aún, si se tiene en cuenta el fin de los procedimientos.
Lo inapelable es, que tanto las malas administraciones como el descontrol operativo, ha producido un impacto inconmensurable en la industria, que sin soluciones en el horizonte, sugiere como única víctima al usuario.

En 2023, el Departamento de Transporte de Estados Unidos experimentó un notable incremento en las quejas de pasajeros aéreos, alcanzando casi 97 mil solicitudes, de las cuales el 91% fueron quejas. Las estadísticas revelaron que más de dos tercios, exactamente 67.661, de las quejas recibidas en 2023 estaban dirigidas a aerolíneas estadounidenses, mientras que 24.991 estaban relacionadas con aerolíneas extranjeras.
Pero en razón de qué o producto de qué, se produce esta suerte de vandalismo comercial…? Los factores son muchos, de mayor o menor incidencia en el tema, aunque de forma directa o por efecto secundario, resultan en un mismo sentido.

Los sindicatos llevaron a empresas señeras (como la Eastern Airlines a fines de los 70s) al cese de operaciones, mientras sus empleados cobraban cifras que lindaban con lo increíble y bajo condiciones laborables casi turísticas. Ni hablar de lo que ocurre en muchas empresas sudamericanas, donde una partida de facinerosos se han adueñado de las aerolíneas y entre sobornos y “mala praxis” las han desmantelado.
El vaivén financiero que produce el combustible, es otro de los factores a tener en cuenta. Pero cuidado; este no es un componente nuevo o desconocido en la industria, por el contrario; ya en las postrimerías de los 70s. el rico elemento se disparó de 0,2360 el galón a 1 dólar por unidad sin cambiar los escenarios.
Tres décadas más tarde, nos encontramos con porcentajes de ocupación por avión que superan lo jamás soñado o imaginado, mientras las empresas aéreas se debaten insulsas entre la mediocridad y la estupidez, tratando de abaratar costos a costillas del único elemento sagrado: El pasajero.
Los finos manjares hasta de primera clase, han desaparecido; el trato para con la gente es como para recurrir a las organizaciones de derechos humanos; el servicio – antes personalizado – ha sido computarizado de manera tal, que hoy es imposible tomar un teléfono y poder entablar un diálogo personal con algún especialista. El colmo es que hasta la atención al avión, como son la carga y descarga – algo extremadamente delicado – también ha caído en mano de la tercerización de servicios, lo que sin dudas es, un atentado a la seguridad.

Entonces cabe preguntarse: Esta es la manera de lograr un abaratamiento de costos operativos, tendientes a equilibrar la economía de las alicaídas empresas…? Puedo asegurar con sumo conocimiento de causa que no, aunque no hay que ser un erudito en la materia para poder comprobarlo.
Simplemente analicemos que un “snack” completo, con gaseosa incluida, tiene un costo de alrededor de 2,50$ por unidad y que para una veintena de pasajeros puede producir un costo de aproximadamente 50 dólares; mientras que el consumo de combustible por espacio de 1 hora de espera en plataforma es de alrededor de 2 mil o más.
Entonces me pregunto: Vale la pena seguir penalizando al único medio de subsistencia de cualquier empresa que es el cliente a través del maltrato y peor servicio o no sería al menos más eficiente producir una buena preparación aeronáutica dentro de las aerolíneas, con gente dispuesta e idónea y que en todo caso sepa tomar decisiones que en definitiva - y como está demostrado - le ahorrarían a una economía infausta serios dolores de cabeza…
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